En memoria de José Martí

No nací cubano, José, pero desde pequeño al conocer tu nombre y tu historia, el amor por tu patria y la lucha por su independencia, el cariño a las letras y sangre poética que recorría tus venas, quedé prendado a tu figura, y hoy, en un aniversario más de tu natalicio, te recuerdo.

No nací cubano, José, pero en mi infancia y a ejemplo de mi padre con avidez me empapé de las hazañas de sus barbudos héroes, que remando a contracorriente de la postura política imperante en América se propusieron implantar en la tierra que los vio nacer una manera de vivir más equitativa para sus habitantes.

No nací cubano, José, pero guardando vastas distancias comparto contigo el interés por la filosofía, la política, la literatura, sospechar una vida culta, justa, libre de en la medida de lo posible de desigualdades, y me resultas inspiración, ejemplo, catapulta para suponer que las utopías, con empeño y de ser necesario con sangre, pueden volverse realidad.

No nací cubano, José, pero a 117 años de tu muerte mantengo en mi mente tu recuerdo, entre mis dedos estas palabras para ti, en mi deseo las ganas de luchar por mi nación como lo hiciste con la tuya, desde las trincheras que tenga disponibles y saltando hasta las consideradas imposibles.

No nací cubano, José, pero es verdad que te vuelves oriundo de los lugares en donde has dejado el corazón, y una parte del mío está en Cuba, con su gente, con sus problemas y alegrías, con sus pesares y victorias de cada día. Por lo tanto, José, entrego este humilde tributo a tu memoria.

A José Martí.

(28 de enero de 1853 –  19 de mayo de 1895)

Cuba nos une en extranjero suelo, auras de Cuba nuestro amor desea: Cuba es tu corazón, Cuba es mi cielo, Cuba en tu libro mi palabra sea.