Revisando entre varios ebooks de los que se van acumulando para leer, me encontré CARTAS A UN JOVEN NOVELISTA (1997), del peruano Mario Vargas Llosa, laureado en 2010 con el Nobel de Literatura. Me bastaron cuatro tarde para finiquitar con él, considerándolo un imprescindible para quienes estamos involucrados en el mundo de las letras.
En Cartas a un joven novelista, como el título indica, Vargas Llosa establece conversación epistolar con un joven que, según relata en el primer capítulo, tuvo la valentía de escribirle solicitándole consejos sobre cómo convertirse en escritor. De tal modo que en cada apartado nos deleita con un ensayo sobre un tópico específico en el arte de la narración novelística, ilustrado tanto teórica como prácticamente con una variedad de ejemplos de obras y autores de reconocimiento mundial (James Joyce, Franz Kafka, Gustave Flaubert, Alejo Carpentier y Julio Cortázar, entre muchos más).
Así, al concluirla terminaremos empapados experiencialmente acerca del poder de persuación, estilo, el narrador y su ubicación espacio-temporal, nivel de la realidad, muda y salto cualitativo, la caja china, el dato escondido y los vasos comunicantes. Lo anterior, claro, de manera amena y muy digerible, y con la intención por despertar el apetito en el lector para conocer más sobre la teoría compartida, pero sobre todo, aprender a escribir leyendo.
La vocación literaria no es un pasatiempo, un deporte, un juego refinado que se practica en los ratos de ocio. Es una dedicación exclusiva y excluyente, una prioridad a la que nada puede anteponerse, una servidumbre libremente elegida que hace de sus víctimas (de sus dichosas victimas) unos esclavos.»