Arrival, de Denis Villeneuve

«Al final, lo que quieres contar es una historia de amor», me dijo apacible pero certero aquel mediodía Miguel Cane, luego de compartirle mi idea para desarrollar una novela. Y es lo primero que se me vino a la mente (y al corazón, sobre todo), al terminar de ver Arrival, dirigida por Denis Villeneuve, quien consigue llevar de soberbia manera a la pantalla la novela corta de Ted Chiang Story of Your Life.

Y revisando la primera línea de la obra de Chiang -descargable en PDF aquí– me doy cuenta que no descubro el hilo negro: Story of Your Life, y por ende, Arrival, son una fantástica historia de amor envuelta en un escenario que concibe «La Llegada» (su título en español) de una misteriosa comitiva extraterreste a la Tierra, y la intervención de la protagonista en establecer contacto con ellos.

Your father is about to ask me the question. This is the most important moment in our lives, and I want to pay attention, note every detail.

Para quienes hemos sido testigos del contacto con extraterrestres en el cine, desde Alien hasta District 9, pasando por Independece Day, Signs y War Of the Worlds, en cuanto aparecen en la pantalla los inmensos cascarones flotantes que contienen las extrañas formas de vida activamos el sentido de alerta: sabemos que nada bueno puede salir de ello.

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Pero conforme avanza la trama, se devela que el auténtico peligro es la humanidad misma, mejor dicho -para no generalizar-, sus líderes, incapaces de frenar la inercia de sus posturas dominantes habituales y mantener una actitud al menos serena y receptiva ante el acto que trastoca la normalidad del planeta. Pero, ¿cuántas veces, en otras dimensiones, no es ésta nuestra conducta?

Es imposible, por la temática y la ‘esencia’ de la historia, no hacer referencia a Contact (1997), que también con una protagonista femenina nos plantea una hipótesis similar: el contacto con una civilización alienígena y la necesidad de establecer un lenguaje en común, de interpretar sus deseos y darle un sentido a su irrupción en el devenir de la humanidad.

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Ambas tienen un ritmo narrativo ágil y no requieren de extraordinarios efectos especiales ni recursos narrativos trillados para conmover al espectador. Ambas, aunque con la mirada en el firmamento, te ponen «con los pies en la tierra», porque es aquí, en nuestro día a día, en lo que amamos y nos apasiona, donde se lleva a cabo el mayor misterio del universo: el amor.

Alien, de Ridley Scott

En una función más de Cinema Terraza, se presentó la fenomenal e icónica ALIEN (1979), dirigida por Ridley Scott, que dio paso a toda una saga conformada por cuatro cintas y complementada recientemente con el lanzamiento de la precuela Prometheus.

Vale la pena señalar que la recta final de la década de los 70s gozó de un alza significativa de películas que con los años se convirtieron en clásicos. Basta mencionar Star Wars, Close Encounters of the Third Kind, The Deer Hunter, Grease, Midnight Express, Superman, Halloween, Kramer vs. Kramer, Apocalypse Now y Star Trek. Entre ellas se coloca Alien, que nos traslada hasta algún momento en el futuro a bordo del remolcador espacial U.S.C.S.S. Nostromo de regreso la Tierra proveniente del planeta Thedus y los siete tripulantes despertando de su estado de sueño criogénico a causa de una alerta en el sistema que detiene el viaje tras recibir una transmisión de origen desconocido proveniente de un planetoide cercano y que están en compromiso de averiguar.

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Lo que presenciamos a continuación es la amarga experiencia -aderezada por una nada grata sorpresa- de verse atacados en su propia nave por un espécimen alienígena (lo que le otorgó el título en español de Alien, el octavo pasajero), por lo cual la tercer oficial Ellen Ripley, protagonizada enérgicamente por Sigourney Weaver y que para ese entonces sólo había participado como personaje de relleno en una cinta, debe tomar la responsabilidad de luchar y sobrevivir o morir en el intento.

Cinta de culto tanto para los amantes del género como para los cinéfilos de hueso colorado, Alien es un imperdible y rotundo clásico del cine de ciencia ficción que a 34 años de su estreno no deja de estremecer.

The sessions, de Ben Lewin

Reza un adagio: «No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue», y a varios meses de su estreno en USA llega a México -al menos de entrada al Distrito Federal- la sensacional película THE SESSIONS (Seis Sesiones de Sexo, 2012).

El adjetivo ‘sensacional’ empleado acertadamente por el cúmulo de sensaciones que provoca al acercar a la pantalla grande un tema escasamente abordado, e incluso (hablo en conocimiento de causa) marginado socialmente: la sexualidad de las personas con discapacidad. El director y guionista de la película, Ben Lewin, nos acerca hasta la vida del periodista y poeta norteamericano Mark O’Brien (1949-1999), parapléjico, necesitado de por vida del auxilio de un respirador a causa de la poliomelitis que contrajo en su infancia, y reconocido activista en favor de los derechos para discapacitados.

Mas no se trata de una película biográfica sino el especial enfoque a la inquietud de Mark (caracterizado por John Hawkes) en su edad adulta respecto al ejercicio de su sexualidad, a raiz del encargo que recibe para escribir un artículo sobre el tema. Esto lo lleva a consultar a su asesor espiritual, un sacerdote católico (William Macy), quien lo convida a recurrir a la ayuda de una terapeuta sexual, la que a su vez lo canaliza con una sex surrogate (sustituta sexual) para consumar su requerimiento coital, papel que interpreta con sutileza y precisión una madura Helen Hunt, luciendo además de espléndida actoralmente un cuerpo admirable.

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– lntento ayudar a gente con problemas sexuales que pueden ser manejados. Tu problema es que nunca has tenido sexo.
– Correcto.
– ¿Puedo asumir que no puedes masturbarte?
– Correcto
– ¿Alguien lo ha hecho por ti?
– No.
– ¿Alguna vez se lo pediste a alguien?
– No especificamente; una vez le pedí a alguien que se casara conmigo y ella declinó. ¿Eso está cercano a la masturbación?»

The Sessions se suma a películas como Intouchables y De rouille et dos que rompiendo lo habitual nos comparten la perspectiva sui generis de llevar la vida con una discapacidad, misma ante la cual muchas personas han decidido asumir la actitud expresada atinadamente por Laura González Ling: «Tengo limitaciones pero no límites» y seguir adelante. Agrégela por favor a su lista de películas que tienen que verse.

Burn after reading, de Ethan y Joel Coen

Una proyección más a presentarse en Cinema Terraza:  BURN AFTER READING (Quémese después de leerse), película estrenada en 2008, escrita y dirigida por los hermanos Ethan y Joel Coen, de destacada reputación y en su haber films como No Country for Old Men y True Grit.

La cinta es una tragicomedia que sabe conjuntar y sacar brillantemente provecho del talento de un reparto de grandes ligas: George Clooney, John Malkovich, Brad Pitt, Richard Jenkins, Frances McDormand y Tilda Swinton llenan con buenas interpretaciones sus 96 minutos de duración. La historia nos narra los enredos que se suscitan luego de que las memorias de un ex agente de la CIA despedido por problemas de alcoholismo terminan en manos de un par de empleados de un gimnasio, quienes pretenden chantajearlo para devolvérselas. En medio de tales hechos quedan involucrados la esposa del ex agente, que inicia un proceso de divorcio, y el amante de ésta, un consumado mujeriego casado con una exitosa escritora.

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Lo que a simple vista podría no despertar mucho interés, y con un comienzo no muy prometedor, conforme avanza la trama y se dibujan las personalidades e interés de los protagonistas inevitablemente te va atrapando, en medio de la risa y desesperación por el giro involuntario que van dando los hechos. A la cinta le correspondió la inauguración del Festival Internacional de Cine de Venecia del 2008 y fue nominada al Globo de Oro en la categorías de mejor película de comedia o musical y Frances McDormand por su papel a mejor actriz de comedia o musical, así como una nominación en los BAFTA en la categoría de mejor guion original.

Si son de su agrado las comedias dramáticas al estilo de Woody Allen en Match Point o de tensión acumulada como Carnage de Roman Polanski, disfrutará mucho de Burn After Reading, que sin duda ya es de tremenda valía por la calidad de reparto que aglutina.

Memorias de un amante sarnoso, de Groucho Marx

Por recomendación de Javier Aranda, me di a la tarea de buscar el libro MEMORIAS DE UN AMANTE SARNOSO, obra de Groucho Marx, personaje del que, si bien conozco de su existencia por el indiscutible lugar que ocupa dentro de la actuación y humorismo nortemericano de la primera mitad del siglo XX, me considero profundamente ignorante.

En Memoirs Of A Mangy Lover (1963), Julius Henry -nombre real del actor- nos narra con cierta dosis de nostalgia pero abundante acidez e ironía, características de la producción artística de los Hermanos Marx, un repertorio de anécdotas e impresiones acerca de sus aventuras románticas. Desde aquella su «primera visión de un ignoto mundo de ensueños» a raiz de la visita a su hogar de su única tía, «mujer adinerada y de sugestivos encantos», hasta su hipótesis sobre cómo el hombre de las cavernas descubrió el placer del acto amatorio.

Hace ya muchos años, cuando era joven y célibe, me volvía loco por las chicas. Esto no constituye una rareza, especialmente en un muchacho señalado por el destino como maníaco sexual en potencia. La verdad es que, cuando a un hombre joven no le gustan las chicas, lo más probable es que algún psicoanalista acabe por decirle (después de cuatro años, a treinta y cinco dólares la sesión) que está enamorado de su padre o de su madre… o del vecino de enfrente.»

A pesar de consumir el libro en 3 tardes por lo digerible de su lectura, confieso me da la impresión de venir de más a menos y de muy irregular ritmo por la discimilitud de emoción o interés que despiertan los relatos, producto seguramente de un relajado trabajo editorial, del que desde luego no es culpable Groucho, para ese entonces bastante alejado de los reflectores y viviendo de la fama de sus años mozos. De interés, en tal caso, para profundizar en el conocimiento de este cuarteto de talentosos artistas.