Escuchando en días pasados una reseña sobre el libro Mr. Gwyn (2011) del italiano Alesandro Baricco, me entró curiosidad por conocer su obra, a la que me adentro por vez primera mediante SEDA (Seta, 1996).
En Seda, Baricco nos narra la historia de Hervé Joncour, soldado francés que a mediados del siglo XIX es invitado por un comerciante de su pueblo, Lavilledieu, a emprender un aventurado y riesgoso viaje hasta Japón para proveerle de huevos de gusanos de seda oriundos del en ese entonces misterioso y atrincherado país, y con lo cual provocaría la bonanza económica de la región. La experiencia marcará su modo de vivir tanto en lo social como en lo sentimental por el encuentro con Hara Kei (gobernante de la aldea donde se surtirá de la mercancía) y su concubina en turno.
El libro es de lectura ágil y para consumirse en un par de tardes, con una narración alejada del rebuscamiento y profundizando sobre todo en las emociones y explicación de las conductas de los personajes. Como dato al margen, el director francés François Girard llevó de muy lograda manera esta historia al cine (Silk, 2007). Comparto un breve extracto del mismo:
Hervé Joncour siguió por días conduciendo una vida retirada, dejándose ver poco en el pueblo y pasando el tiempo trabajando en su proyecto del parque que tarde o temprano construiría. Llenaba hojas y hojas de diseños extraños, que parecían máquinas. Una tarde Hélene le preguntó:
-¿Qué son ?
-Es una jaula.
-¿Una jaula?
-Sí.
-¿Y para qué sirve?
Hervé Joncour tenía los ojos fijos en aquellos dibujos.
-Tú la llenas de pájaros, todo lo que puedas; después, un día que te suceda algo feliz, la abres de par en par y los miras volar afuera.