Basta

¿Ha pasado que te sientes débil, insignificante, tan endeble como una hoja de helecho?

¿Ha pasado que te sientes con ganas de renunciar, de aventar todo por el caño, de ceder ante la presión, de dejarte llevar por la corriente del desánimo? Sigue leyendo Basta

Contigo

¡Ya tengo los boletos! Me escribiste, sin que las palabras hicieran justicia a la alegría que te llenaba. Después de un año complicado para los dos, incompatibilidad de agendas y vuelos cancelados de último momento, parecía que por fin tendríamos la oportunidad de conocernos, pasar un par de días juntos, y mejor aún, coronar este encuentro disfrutando la música de Joaquín Sabina nada menos que en el Auditorio Nacional. Sigue leyendo Contigo

Olor a incienso

Bastaron un par de ocasiones para volver un ritual -de cada martes y jueves- esperar en la Plaza de la Concordia verla salir de la Parroquia de San Pedro, al terminar la misa de 6. Yo, que salía a las 6:35 de la Ferretería Centenario, a dos calles de la plaza, caminaba a paso acelerado para después bajar velocidad y caminar disimuladamente por la acera de la 4 Oriente. Un par de minutos después, entre el tumulto de gente que no le interesaba socializar en medio de las bancas del templo y el penetrante olor a incienso, aparecía. Hermosa, graciosa, inocente… bella. Sigue leyendo Olor a incienso

Encontrar

¿Les ha pasado que se encuentran un corazón y se les antoja cuidarlo? No, no me malinterpreten. Por antojo no me refiero al acto visceral, narcisista, incluso infantil por cumplir un capricho. Más bien a una invitación imposible de rehuir, nacida de una profundidad que desconocíamos, que nos induce a brindar cuidado, cercanía y calidez al corazón en cuestión. Sigue leyendo Encontrar