Quiero escribir esto antes del Día Internacional de la Mujer y del Paro Nacional #NingunaSeMueve. Salvo excepciones, cualquier comentario de un hombre este par de días será estridente y estorboso ante la manifestación expresa y urgente de que guardemos silencio, escuchemos, comprendamos, y actuemos. ¿Cómo? Poniendo un alto a las conductas machistas que por años, décadas, normalizamos en nuestra forma de relacionarnos con las mujeres, CON TODAS LAS MUJERES.
No es algo que quede limitado a la pareja, a las compañeras de escuela o de trabajo, a las que nos gustan. Se extiende y se ha extendido a nuestras madres, hermanas, familia, amigas. No se trata sólo de violencia física, verbal o emocional, no se trata sólo de acoso. Eso es la repugnante punta del iceberg que se asoma tras una cultura acostumbrada con hechos y omisiones a minimizar y atropellar la dignidad del otro par de la especie, sin más.
Pienso en la cascada de machismos que he ejercido y sigo ejerciendo. A los 40 años sería ridículo excusarme por crecer en un sistema patriarcal que los ha normalizado e incluso aplaudido. He vivido lo suficiente para distinguir y percibir mis actuales conductas machistas, incluso las que pueda justificar con amabilidad y buena intención. La convivencia con el machismo por años no es aval de la lentitud o indiferencia en librarse de sus tentáculos.
No escribo para purgar mis actos machistas, sí para expresar y compartir una intención de cambiar, que deseo sea consecuente con mis acciones. Que éstas generen el respeto y empatía que cualquier ser humano pueda esperar -como yo podría esperar-, y que no siempre otorgo por el hecho de que la persona involucrada sea mujer. Me dijo precisamente una mujer hace 20 años: «No pidas perdón, actúa diferente». Y eso se trabaja en el día a día, recuperándose de los tropiezos, desaprendiendo hábitos tóxicos y estimulando conductas sanas. ¿Me(nos) alcanzará la vida? Lo deseo.
Para todas las mujeres que estos días no han cesado de manifestar que BASTA ya, para las que conozco, con quienes convivo, comparto amistad, trabajo o temas afines, para las que quiero y me han querido, para las que me han dado ejemplo, cuidado, respeto y comprensión, para las que no he sido respetuoso y he lastimado, ofendido o incomodado, para todas las que se están y estarán movilizándose para gritar BASTA DE MACHISMOS: mi admiración, mi escucha, mi silencio.
Gracias por expresar tan atinadamente lo que deseamos para esta y para las futuras generaciones de mujeres y hombres.